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15/12/2019

CRÍTICA DE LITO CARAMÉS: Exposición VENEZZIA 1958 realizada en La GALERIA MAYORAL de BARCELONA. El pabellón español en la XXIX Biennale di Venezia, 1958.


Interesantísima crítica de arte de Lito Caramés de la exposición VENEZZIA 1958 realizada en la Galería Mayoral de Barcelona  con motivo de la celebración de su 30 aniversario. Diciembre de 2019.

A menudo, la iniciativa privada se adelanta a las acciones de las instituciones públicas. En Barcelona, ​​la Galería Mayoral es un buen ejemplo de ello. En el año2017 programó la primera exposición de mujeres artistas surrealistas en España. Y ahora, en su 30 aniversario,  reúne con gran esfuerzo  las piezas que se encontraban en el importante pabellón que condujo al gobierno de Franco a la XXIX Biennale di Venezia, 1958. ¡Felicidades, Mayoral!

Franquismo y artes plásticas.

Esta vez el tono dominante fue dado por el arte abstracto y no es poco el mérito de la Dirección General de Relaciones Culturales y del comisionado español Luís González Robles, quien, "olfateando"  esta tendencia, se equipó del mejor conjunto plástico abstracto del que disponía España. Conjunto ya no meramente abstracto sino una avanzadilla de la misma avanzada que es su abstraccionismo. Ello sin hacer caso omiso de la figuración española, que representa también un gran sector del arte hispánico y que merecía darse a conocer en el extranjero (Cirilo Popovici, España en la XXIX Bienal de Venecia).  Madrid Julio de 1958

Rivera. estructura espacial, 1958

En 1971, el director de cine Manuel Summers, en su película Adiós cigüeña, adiós, da forma a los comentarios de un maestro que, al hablar sobre las artes que los tiempos han estado produciendo en España, les dice a los estudiantes: recuerden que España ha sido precisamente cuna de los mejores artistas del mundo. Velázquez, Goya, El Greco, incluso Picasso en su escenario azul. La ironía y el sarcasmo de Summers son evidentes.
En los libros de Formación del Espíritu Nacional que se estudiaron en los institutos de secundaria durante los largos años de la dictadura franquista, siempre hubo reproducciones de pinturas del artista vasco Ignacio Zuloaga Zabaleta (y también de Goya). Por qué salieron en esos libros ? 

¿Cuántas ilustraciones del pintor de Eibar ? La respuesta puede ser múltiple. Zuloaga pronto se convirtió en el pintor ideológico del régimen de Franco, ya que muestra que en 1940 había hecho un retrato triunfalista de Franco, una obra que, por cierto,el Museo de Bellas Artes de Bilbao no exhibe ahora, a pesar de tenerla en segundo plano, en la gran exposición dedicada al pintor. Ya en 1938 Eugeni d'Ors, también personaje errático, escribe para la Bienal de Venezzia que Zuloaga siempre será impuesto por su carácter histórico y su fuerte sentido racial.

Estas dos anécdotas, (o no tan anécdotas) pueden ser ilustrativas de la valoración que la dictadura franquista generalmente dio a las bellas artes, moralmente a finales del siglo XX, ese arte que el nazismo ya había definido como "Entartete Kunst" (arte degenerado). En 1937, el nazismo organizó la exposición Entartete Kunst, con obras de artistas que hicieron, bajo el régimen nazi "arte degenerado"

Lo mismo puede decirse del tipo de fotografía que fue alentada por las asociaciones fotográficas de posguerra: fotografía pictórica y de paisaje.

Quizás es por eso  el contenido artístico - nada académico - del pabellón que el régimen de Franco llevó a la Biennale di Venezia en 1958. Puede ser sorprendente entender el compromiso de las autoridades de la dictadura de traer artistas jóvenes y nada "convencionales" al escaparate de Venecia en 1958 ( y no antes), debe tenerse en cuenta la situación internacional de esos años.

 1952 - 1953. De nuevo la espada y la cruz.

 

La bandera española es quizás la bandera más cautivadora de esta XXIX Bienal de Venecia. Estamos tratando con las obras más conmovedoras y altamente expresivas. Debo admitir que me sentí profundamente afectado por este clima pictórico único. Clima áspero y dramático. España ha delegado algunos de sus mejores pintores contemporáneos. (...) Un escultor de hierro y brillante: Eduardo Chillida. Sé poco de los escultores que están tan cerca del alma que trabajan el hierro con tanta lucidez. (André Kuenzi, en Lausanne Gazette, Lausanne, julio de 1958).

Para comprender la diversidad e importancia del pabellón que representó a España en la Bienal de Venecia de 1958, es necesario tener en cuenta los contextos internacionales e incluso internos por los que pasó la dictadura franquista en la década de 1950.

Para comprender la diversidad e importancia del pabellón que representó a España en la Bienal de Venecia de 1958, es necesario tener en cuenta los contextos internacionales e incluso internos por los que pasó la dictadura franquista en la década de 1950.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se crearon los dos grandes bloques, el capitalista y el comunista, en una Europa dividida. Era cuestión de tiempo de que la península ibérica terminara dentro de uno de estos lados. La Península Ibérica, un verdadero aeropuerto occidental de Europa, era una pieza muy buscada. Las maniobras diplomáticas para acercarse a la dictadura pronto comenzaron. El Vaticano celebra el Congreso Eucarístico en Barcelona en 1952, lo que significa la aceptación de la dictadura. Fuera de las mascaradas, no hay bloqueo internacional a un régimen dictatorial. Lo que ya se había hecho al acecho (la participación del Vaticano en la fuga de nazis a través del camino de España a Argentina cada día resulta más demostrada: Xavier Quiroga, en su novela "Izan o da saca", narra esos hechos). , ahora es oficial. En 1953 el franquismo firma el concordato precisamente con el Vaticano.  Ambas partes salían ganando, y en la práctica significó el resurgimiento del catolicismo nacional. Y en ese mismo año, los Estados Unidos (¿defensor de las libertades?) Firman los Pactos de Madrid, mediante los cuales los estadounidenses instalaron cuatro bases militares en territorio español (el aeropuerto occidental), a cambio de cierta ayuda económica y militar (a las escuelas muy pobres de esos años, llegará la leche polvo y queso rancio).

Como parte de este colapso del aislamiento impuesto a España al final de la Guerra Mundial, Estados Unidos ayudará a España a estar presente en los eventos culturales internacionales más reconocidos. También, la CIA, a través del MOMA (Museum of Modern Art) de Nueva York , estuvo promoviendo el arte de los "Enfants Terribles" de la escuela de Nueva York en todo el mundo.

terrible de la escuela de Nueva York, que es la juventud del expresionismo abstracto: el Pollock, Kooning y compañero. Lo mismo ocurrirá con los artistas españoles, una vez que se hayan formado los Pactos de Madrid, por lo que alentará a las autoridades dictatoriales a traer nuevos artistas a la Bienal de Venecia, un verdadero escaparate del arte mundial.

Venecia 1958. Galería Mayoral.

El curador del pabellón español, Luis González Robles, eligió una amplia representación de artistas, aunque su mirada estaba hábilmente dirigida a promover lo que se convirtió en una referencia clara en ese momento; arte informal. El papel de Robles fue muy importante, ya que pretendió homologar el arte que se hacía  en una dictadura con el arte abstracto vigente en aquel momento en Europa y los Estados Unidos. (Prólogo de los directores de la Galería Mayoral al catálogo de la exposición Venezia 1958).

Canogar. Pintura nº 1, 1957

Como actividad principal para conmemorar el 30 aniversario de la creación de la Galería Mayoral, sus gerentes deciden presentar en sus salas una importante elenco de piezas que estuvieron en la Bienal de Venecia en 1958. Felicitaciones por estos fructíferos 30 años. La Galería Mayoral ha estado en la calle Consell de Cent de Barcelona desde 1989, y en sus salas ya se han exhibido exposiciones importantes e interesantes. Es una galería de arte especializada en arte moderno y arte de posguerra. Sus propietarios están muy interesados en la vanguardia artística y moral de los artistas catalanes o que tenían alguna relación con Cataluña. Sus salas ya han visto monografías de Picasso o Miró, obras de Calder, Saura, Magritte o Chagall y creaciones de Brossa, Millares o Chillida. En el año 2017

Mayoral tuvo el honor y el honor de presentar la primera exposición de mujeres artistas surrealistas en España. Nada menos. Durante una de las últimas exposiciones programadas en la Galería Mayoral, se podía escuchar a un visitante proclamando: Esta galería es como la Reina Sofía. Comparación que habla mucho sobre el trabajo de los gerentes de galería.

Para tomar la Bienal de 1958, González Robles, un hombre que anteriormente trabajó para el Ministerio de Relaciones Exteriores, de la Dirección General de Relaciones Culturales, decidió llenar el pabellón español con 162 piezas de arte, de 19 artistas que trabajaron durante esos años en España (exiliados / exiliados no contaban). Robles, dentro del entorno favorable que brindó la amistad de los Estados Unidos, se compromete a traer artistas jóvenes que puedan dar una visión "moderna" de la dictadura a España. El pabellón estaba curiosamente organizado. Por un lado, los artistas se agruparon bajo el título de expresionismo figurativo (¡casi nada!), Con artistas como Guinovart, Cossío y Ortega Muñoz, y luego ya ingresaron en las secciones de arte abstracto, con tres secciones: Abstracción dramática, en la que enmarcado por Rafael Canogar, Manolo Millares, Antonio Saura, Antoni Tàpies, Antonio Suárez y Vicente Vela; la abstracción romántica, con hechos, Cowboy Turcios, Cuixart, Tharrats y Planasdurii; y Abstracción geométrica, con pinturas de Ferreras, Mampaso, Povedano y Rivera. Además de estos pintores se encontraban en la entrada del pabellón no menos de 17 piezas del escultor Eduardo Chillida. El éxito de esta exposición para artistas y el gobierno español fue total. Las reseñas y reseñas publicadas en Italia, Francia o Gran Bretaña hablan de ser el mejor (o el más sorprendente) de los pabellones presentados.

Luis González Robles ya tenía experiencia en estas luchas. Un hombre de Sevilla, que ingresó al mundo del teatro (se convirtió en director del Teatro Español y luego se interesó por las bellas artes. Ya había gestionado con éxito otras ferias internacionales (incluida la Bienal de São Paulo de 1957, en Jorge Oteiza ganó el primer premio de escultura) En Venecia '58 Chillida tiene el primer premio de escultura, mientras que Antoni Tàpies se queda con la segunda pintura (la primera fue para Mark Tobey). Un éxito total. El impacto del pabellón El español en la Bienal de Venecia de 1958 fue tan grande, ya para los artistas, ya para el gobierno de la dictadura, que muchos críticos hoy en día se atreven a comparar sus consecuencias con las del Pabellón de la República Internacional de la Exposición Internacional de París de 1937. (el pabellón es ahora

reproducido en Barcelona, ​​Vall d'Hebron, y alberga un archivo histórico sobre la Segunda República) Es cierto que no hay una mujer en la nómina de 19 nombres. ¿No hubo mujeres artistas en los tiempos negros de la dictadura? ¿El patriarcado impidió la creación de mujeres? A pesar de las restricciones y la represión que sufrieron las mujeres en esos tiempos oscuros, había mujeres artistas. Por ejemplo, Juana Francés, socia de muchos de los artistas que fueron traídos a Venecia, fundada en Francia, en 1957, el Grupo El Paso, con artistas como Rivera, Feito, Canogar, Saura o Millares; o el escultor serrano que eventualmente se convertirá en su compañero sentimental. Es sorprendente que todos los amigos y camaradas vayan a la Bienal y no la lleven a ella. Algunos de los artistas dirán después que se sintieron utilizados por el gobierno para "vender" una imagen de un estado moderno y abiertos a las libertades externas, y por esa razón se negarán a participar en otros grupos ofrecidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Finalmente, en una entrevista con Vicenç Altaió Pere Portabella para el excelente catálogo de esta exposición, el cineasta hace la siguiente reflexión: la dictadura franquista fue más permisiva (en términos de censura) con las bellas artes que con la literatura y más. con el cine ¿Fue permisiva con las bellas artes porque eran creaciones minoritarias? ¿O que el mismo descrédito que el régimen de Franco les había dado anteriormente ya los había invalidado socialmente? Por el contrario, el cine y la literatura eran muy apreciados y leídos; y eso tenía más riesgos.

La Galería Mayoral logra reunir en Venecia 1958 una docena de obras que se encontraban en el pabellón español, y siete de los artistas: Antoni Tàpies, Rafael Canogar, Luís Feito, Manolo Millares, Antonio Saura, Manuel Rivera y el escultor y gran ganador Eduardo Chillida. Los esfuerzos para llegar a esta reunión deben haber sido muy importantes. Lo mismo es cierto del magnífico e interesante catálogo que acaban de publicar.

Venecia 1958. Antoni Tàpies, Manuel Rivera y Eduardo Chillida.

Para esta XXIX Bienal de Venecia, se eligió una serie de obras de artistas que representan el arte contemporáneo propiamente dicho en el momento de esta gran exposición. Dada la excelente calidad de nuestro arte figurativo contemporáneo, varios factores de naturaleza compleja y variada, entre los que considero más importantes aquellos relacionados con la inevitable adhesión del arte español a las corrientes estéticas más cuidadosas y válidas, han determinado un criterio necesariamente restrictivo (palabras de González Robles en el catálogo de la Bienal de Venecia de 1958).

Saura Salvatierra 1957

En las salas de la Galería Mayoral se encuentran algunas de las piezas que se han conservado desde que hace 61 años llenaron la Bienal de Venecia. Estas incluyen dos piezas de Manuel Rivera, uno de los fundadores del Grupo El Paso, Space Structure (1958). En esos años, Rivera trabajó con telas metálicas, lo que le permitió encajar dentro de un marco adecuado para pintar alambres y piezas de tela metálica, a veces superpuestas, que permiten todos los juegos ligeros. La existencia misma o no de la red de metal delgado causa lagunas, así como paisajes geométricos que recuerdan las vistas aéreas de los campos trabajados. Junto con algunos de sus colegas de El Paso, es un artista material.

Eduardo Chillida, el gran triunfador de la Bienal de Venecia de 1958, está representado en Mayoral por la pieza Hierro del temblor III (1957). A principios de este año, la galería Mayoral programó una exposición muy interesante: Zóbel-Chillida. Caminos cruzados, en la que se establecía un diálogo entre dos artistas muy diferentes, pero que alrededor del museo de Cuenca finalmente se encuentran y comparten intereses. En la vida, hay que mantener el nivel de dignidad un punto por encima del miedo. debe mantenerse por encima de un punto de miedo, dice Ignacio Chillida, el hijo de Eduardo, quien era una máxima que el escultor solía decir a sus hijos asiduamente; un compendio de cuál era la actitud vital que defendía Chillida, así como los valores morales que transmitía. Dignidad y miedo, miedo y dignidad, emparejamiento difícil. En esos años de represión y falta de libertad, es importante que un padre aliente a los niños a, como los Quijotes, a marchar contra esa noche impuesta por aquellos que no les dejan pensar libremente.

Antoni Tàpies, el segundo premio de pintura, ahora tiene en Mayoral las piezas Oval gris morat y  Pintura marró i ocre. El paso por el grupo  Dau al Set y su posterior estancia en París dejaron en Tàpies un lugar de realismo mágico y más deseos de dadaísmo. Esta reinvención de la realidad o la presentación de los miedos personales más ocultos permitieron al artista una actitud rebelde y contestataria hacia el régimen franquista que ahogó las libertades en los años 50 y 60. Pero el autor de Mitjó inmediatamente inicia una revuelta en sus formas estéticas. La introducción de objetos en sus pinturas comienza rápidamente. Estos no son collages para usar, adiciones de periódicos, recortes de tela y otros artículos por su valor estético al tiempo que complementan una imagen de lo que deben representar. No. Los objetos integrados por Antoni Tàpies en sus piezas siempre tendrán un significado especial para el artista. Recuerdos de situaciones vividas. Muchas de las creaciones de Tàpies, con acumulación de material en la superficie de un lienzo o una tabla de madera, pueden considerarse esculturas. Tàpies pintor, utilizador  de objetos ?, ¿autor de collages? O directamente escultor? Su conocida pieza Rinzen (1993), el conjunto que recibe visitantes en el MACBA, ¿qué es? ¿Una provocación de preguntas, reflexiones al ver la cama de metal que Tàpies colgaba de las paredes? (Rinzen - en japonés significa despertarse de repente). Tàpies, artista total.

Venecia 1958. Manolo Millares, Rafael Canogar, Antonio Saura

Los pasos en el misterio se vuelven terrible alarido en el español Manolo Millares. Aquí hay un drama actual, vivo; Un derrumbamiento feroz, una alucinación bárbaramente restrictiva y simple, chorreante y amorfa. Junto a la mancha, el espacio vertiginoso atravesado por filamentos, el punto de referencia intuitivo para sentir la dimensión "tiempo" en el crecimiento de estos  organismos abultados ... (V. Aguilera Cerni. La XXIX Bienal de Venecia, en Índice de artes y letras , 1958).

Millares. Cuadro 32  1957-58

Venecia 1958. Antoni Tàpies, Manuel Rivera y Eduardo Chillida

Para esta XXIX Bienal de Venecia, se eligió una serie de obras de artistas que representan el arte contemporáneo propiamente dicho en el momento de esta gran exposición. Dada la excelente calidad de nuestro arte figurativo contemporáneo, varios factores de naturaleza compleja y variada, entre los que considero más importantes aquellos relacionados con la inevitable adhesión del arte español a las corrientes estéticas más cuidadosas y válidas, han determinado un criterio necesariamente restrictivo (palabras de González Robles en el catálogo de la Bienal de Venecia de 1958).

La creación de Antonio Saura es especial, única y fácilmente identificable. El pintor negro, el artista que vibraba, colgaba de un pasado estético que venía con fuerza y ​​complicidad, y un presente sofocante y frustrante. Saura es cofundadora del grupo El Paso (el nombre probablemente proviene de los carteles de "Prohibido el Paso" que los artistas estaban viendo en abundancia en las calles. Toda una declaración de principios). En el Mayoral puedes ver Salvatierra (1957), una de las seis piezas que Saura trajo a Venecia, y que ya estaba en esta galería hace un año, como parte de la exposición Saura Tragèdia-Creació. Saura bebe directamente de las raíces de la pintura negra de Goya. Al igual que su hermano Carlos, que ha estado haciendo prácticamente lo mismo en el cine. Saura abraza el automatismo, el ritual pictórico practicado por miembros del expresionismo abstracto durante los mismos años. En Salvatierra, en lo que parece un fondo negro uniforme, Saura ritualiza los gestos de golpes rápidos y violentos con el descaro de buscar lo que podría ser un busto femenino. Las partes del trabajo no están definidas, pero la reiteración gestual hace pensar en la pintura de acción. Gestualidad mecánica ejecutada desde blanco y negro; a lo sumo, donde aparece algo de gris.

Rafael Canogar, uno de los pocos artistas que sigue vivo en esa generación, ha pasado por muchas etapas creativas a lo largo de los años. En este caso (Painting No. 1, 1957), su pieza encaja perfectamente con la época y las costumbres artísticas del momento. En el lienzo blanco, una extensión de pintura negra ocupa casi todo el espacio. Sobre tal superficie

Canogar se rascó la oscura uniformidad con los dedos hasta que notó su ira, su tensión manual en el lienzo. Gestos muy en la línea de la pintura de acción, con el proceso al revés. Sobre sus formas de trabajar, Canogar confiesa, en la entrevista con Emmanuel Guigón, actual director del Museo Picasso de Barcelona: ya influenciado por las nuevas tendencias del informalismo, encontrar mi camino hacia a través de la materia, trabajando directamente con las manos; poniendo el color en la tela directamente con las manos, dejando la marca, los surcos, que hacen que los dedos en el asunto, como referencia a mi condición de artista castellano. Canogar también estuvo representado en Mayoral, en una exposición anterior titulada Amb la rebel • lia neix la conscciència, una forma muy correcta de acercarse a artistas de los años 50 y 60 del siglo pasado.

Finalmente, Manolo Millares está representado por las piezas Picture 22 (1957), Picture 31 (1958) y más Picture 32 (1958). Miles, el pintor del dolor y la tensión dramática, colocan la tela o estera en el sitio del lienzo. ¿Por qué Millares está rompiendo la bolsa o estera sobre la cual se proyectará la pintura más tarde? ¿Y por qué coses esas grietas después? Los estudiosos y los críticos coinciden en que lo que hace Millares es lo que ha venido a hacer en la sociedad en la que ha vivido: la violencia. Miles intentan hacer explícitas las heridas de la sociedad española que sale de la guerra. En estas grietas violentas contra la cinta de correr están las represiones, las rondas con el disparo, las fosas comunes (que permanecen sin abrir), los exiliados; miseria intelectual Miles, en esa oscura España en la que no se permitía la libre expresión, expresaron su enojo, el dolor experimentado de esta manera: sin turnos, con la franqueza y la evidencia que la dictadura permitió. Millares recibió un gran homenaje en la Galería Mayoral hace dos años con la exposición Millares. Construyendo puentes, no muros.

 

 

 



Fuente: LITO CARAMÉS



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